AUTORA: VERÓNICA ACEBAL
Todos tenemos una idea general de lo que puede ser la evaluación. Muchas veces habremos escuchado la palabra “examen” y normalmente este se realiza a través de una serie de preguntas en un folio, que el alumno ha de contestar. Este instrumento creo que es válido para averiguar si el alumno ha adquirido o no, los conocimientos conceptuales que se le han impartido. En casi todas las áreas es común este método de evaluación. En educación física también se podría optar por la utilización de este método para la evaluación de los contenidos conceptuales. Pero, qué pasa con los contenidos procedimentales y actitudinales.
Para los procedimentales se podría usar lo que llamamos pruebas de medición para evaluar el rendimiento físico y motor.
Hasta ahora no creo que haya ningún problema. Pero vienen los actitudinales. Contenidos a los que no se les suele dar mucha importancia pero que son relevantes, sobre todo en esta área. ¿Cómo podríamos evaluar los contenidos actitudinales? Mediante la observación. Pero si tienes una clase numerosa, cómo vas a poder observar a todos y cada uno de los alumnos. Es una labor muy complicada y para la que se necesita mucho tiempo.
Por otro lado, la evaluación no sólo se basa en el alumnado, sino también en la planificación y en el profesor.
Puede ocurrir, y de hecho creo que ocurre, que al plasmar en tu programación las diferentes U.D. con sus sesiones correspondientes… realices la actividad y no salga como tú habías pensado. Por lo tanto según como salga, bien o mal, sigues con la actividad o pasas a otra, o realizas una variante conforme la marcha.
La gente cree que es fácil ser profesor de educación física “les da un balón y que jueguen un partido”. Que equivocados están. Aun no tengo experiencia como docente de esta área, pero para las prácticas en las que piden por ejemplo 10 actividades de lateralidad, por lo más mínimo ya está la actividad mal. Y si la llevara a cabo podría estar enseñado un contenido distinto al que pretendía en un principio.
AUTOR: FERNANDO BLANCO.
El concepto de evaluación, a lo largo de la historia, ha ido transformándose y añadiendo nuevos elementos a su definición. Hoy en día puede concebirse como un proceso dinámico, continuo y sistemático, presente en todo el proceso de enseñanza. Está enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos.
La evaluación adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y posibilita el perfeccionamiento de la acción docente.
AUTOR: ADRIÁN ROCA
Desde pequeños, al iniciar el período escolar, oímos la palabra “evaluación”.
Pero, ¿sabemos realmente qué es la evaluación y cuál es la manera correcta para llevarla a cabo?
La evaluación es el proceso por el cual los profesores evalúan y calificar a los alumnos.
La forma más adecuada o correcta de evaluación es la contínua, es decir, aquella que no tiene en cuenta únicamente el examen, sino también la observación de la evolución del alumno a lo largo del curso.
Pero esto no siempre es así, sino que en muchos casos los profesores se fija solamente en la nota obtenida en los exámenes. Esto es útil para saber si el aluno ha adquirido los conocimiento que se han desarrollado en clase o no. Pero, por ejemplo, en
Es cierto que en el caso de los contenidos procedimentales se puede realizar un examen práctico o las conocidas pruebas de medición, pero al llegar a los contenidos procedimentales es necesario haber realizado a lo largo del curso otro tipo de evaluación a través de la observación. Observar cuál ha sido la actitud y evolución del alumno.
También es cierto, que la observación en una clase con muchos alumnos es una tarea bastante difícil.
Por todo ello, la evaluación en cualquier área, en este caso en la de Educación Física, no es nada fácil ya que no consiste simplemente en que los nos jueguen o realicen algún deporte sino que primero los profesores deben planificar las actividades a realizar, si son adecuadas para estos alumnos, si es necesario realizar alguna modificación o incluso sustituir alguna actividad,..
En conclusión, debemos tener en cuenta que este proceso en Educación Física no es nada fácil, que es un proceso bidireccional: profesor-alumno y que, desde mi punto de vista, la mejor forma de evaluación, en especial en esta área, es la contínua.
AUTORA: LORENA ASENCIO
Para poder evaluar se necesitará que los contenidos tengan un grado de adquisición según hallamos marcado en nuestros objetivos previamente.
Esta evaluación se deberá de sacar de las observaciones hechas por el profesor , ya que deberá conocer el grado de actitudes , el grado de adquisición de conceptos y procedimientos.
La evaluación también es conveniente plantearla mediante las técnicas de fichas individuales , cuadernos , cuadernos de alumnos.
Por último , tendremos que realizar un seguimiento de aprendizaje a través de apoyo y estímulo necesarios para cada alumno.
